viernes, 5 de diciembre de 2014

LO QUE NO DEBES TIRAR AL DRENAJE

A veces por desconocimiento se pueden producir grandes daños en los drenajes del edificio obligando a costosas e incómodas reparaciones, o también daños al medio ambiente.

En el primer caso mencionaremos varios casos y seguramente se nos quedarán otros por fuera, pero confiando en el sentido común es bueno pensar que cosas deben ir al drenaje y que otras no.

* Aceites de carro y motocicletas: Es en el parqueadero donde puede darse esto. El aceite quemado de autos y motos nunca deben verterse en los desagües. Este a la larga bloqueará el flujo del agua y podría ocasionar graves inundaciones, sin contar el daño a las aguas de las quebradas y ríos.

* Productos químicos: Estos pueden ocasionar la intoxicación de los habitantes del edificio, pues las emanaciones se propagan por la red de alcantarillado y aguas lluvias. También causa graves daños al ecosistema.

* Cemento: Cuando se hacen reparaciones en los apartamentos debemos advertir a los trabajadores que no arrojen ni permitan que el cemento penetre a los desagües. Lamentablemente algunos botan el material sobrante, así sea aguado, por ellos. Eso tapona sus cañerías y posiblemente las de sus vecinos, y los costos de reparación y perjuicios correrían por su cuenta.

Las 10 cosas que no debes tirar al drenaje.
(De: Vida Lúcida)



1.- Toallas húmedas. Hasta las estaciones de depuración llegan cantidades ingentes de toallitas húmedas, bastoncillos para los oídos y muchos otros tipos de textiles. A pesar de que en muchas ocasiones son presentados por sus fabricantes como productos respetuosos con el medio ambiente por ser fabricados con materias primas orgánicas, generan importantes tapones y daños en los sistemas hidráulicos de la red de saneamiento.

2.- Cloro y amoniaco. Además de estos productos utilizados para la limpieza de los hogares, otras sustancias, como el ácido clorhídrico, llegan hasta las depuradoras sin ningún control. Estos productos son capaces de oxidar la materia orgánica o incluso de matar a una persona con sólo 40 mililitros en un litro de agua, como es el caso del ácido clorhídrico.

3.- Medicamentos. Los fármacos pueden provocar importantes daños a los organismos acuáticos tales como problemas de crecimiento y taras genéticas. Por ese motivo la Unión Europea está introduciendo limitaciones a estas sustancias ya que no es necesario una gran cantidad para causar este tipo de alteraciones en los seres vivos.

4.- Pinturas y disolventes. Es cierto que en muchas ciudades los Puntos Verdes no cuentan con la catalogación de gestores de residuo peligroso, razón por la cual el ciudadano solo puede optar a verter por el desagüe estos restos. Pero las sustancias químicas que forman estos productos hace que sean muy tóxicos al verterlos de forma directa al sanitario.

5.- Jabones y detergentes. Son sustancias formadas por fosfatos que, si se vierten de forma excesiva en el agua, pueden provocar el crecimiento de algas en perjuicio de otras formas de vida acuática. Los detergentes que se desechan tienen que eliminarse a través de unos procedimientos químicos muy costosos.

6.- Basura. Cada vez está más extendido el uso de trituradores de basura presentes en los fregaderos de las cocinas. Son dispositivos diseñados para desechar los residuos orgánicos. Estos residuos terminan en la red de saneamiento en vez de ir al cubo de la basura, provocando la contaminación de las aguas residuales, la sobrecarga y los atascos en las depuradoras con los sobrecostes que ello conlleva.

7.- Aceites vegetales. Estos aceites al ser vertidos por el desagüe provocan unas bolas de grasa que atascan los colectores dificultando la salida de los gases y dando lugar a los malos olores en las ciudades.

8.- Grasas alimentarias y aceite para el coche. A diferencia de las anteriores, estas tienen mayor capacidad de generar obstrucciones porque se arrojan de forma sólida. Los aceites y las grasas hacen que la generación de residuos en una depuradora se multiplique por 20.

9.- Pesticidas e insecticidas. Se trata de sustancias químicas utilizadas para la desinfección de los cascos urbanos. Pero tienen un efecto muy grave sobre las estaciones de tratamiento. Según los gestores de las redes de saneamiento, provocan las más altas tasas de emisiones en colectores y saneamientos públicos.

10.- Tratamientos antical. Son productos denominados en el sector efluentes de equipos domésticos de tratamientos de aguas. Cada vez son más los hogares que utilizan equipos para reducir la cal y otras sales en el agua de consumo público. Esto tiene un efecto negativo, ya que puede provocar un incremento en la concentración de sales de difícil depuración y en el vertido a los cauces del agua depurada.


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