domingo, 26 de julio de 2015

MANTENIENDO BIEN EL JARDÍN



En el caso del nuestro, el piso está cubierto de gravilla. A pesar de esto luego de temporada de lluvias la maleza se abre paso e invade poco a poco todo. Para retardar esta invasión no se debe dar riego a las áreas de gravilla, además en caso de que salga la indeseable maleza hay varias cosas que debemos saber.

Una maleza es cualquier planta que represente una amenaza o que sea un estorbo. Las malezas pueden crecer en el césped, los campos, los jardines o cualquier área al aire libre. Por lo general son invasivas y le roban a los vegetales recursos necesarios para su crecimiento, incluyendo nutrientes, agua y luz del sol. Las malezas también alojan patógenos que pueden infectar a un jardín o huerto de enfermedades vegetales. Mientras que no existe ningún método para eliminarlas permanentemente sin matar a los vegetales, existen muchas estrategias que puedes utilizar para minimizar el crecimiento de las mismas.

Existen miles de variedades de malezas, y muchas de hecho son comestibles, medicinales y hasta bellas. Un pequeño número de malezas pueden ser dañinos para la gente –estos incluyen plantas con bordes filosos o espinas; y plantas que causan irritación en la piel, tales como la hiedra venenosa o roble venenoso. Especial cuidado debería tenerse cuando se manipula este tipo de plantas, tales como portar guantes, mangas largas y pantalones con las medias por encima.

HERBICIDAS ORGÁNICOS

Prefiero usar herbicidas orgánicos para no contaminar el terreno con tóxicos haciéndolo peligroso para animales y humanos, en especial para los niños que gozan revolcándose en el suelo.

Hay varias formas de controlar y erradicar la maleza.

VINAGRE



Rocía una mezcla de vinagre y agua sobre las hojas de las malas hierbas. No intentes hacer esto cerca de otras plantas o flores, o cúbrelas antes de rociar. El vinagre mata tanto a las buenas plantas como las malas.

VODKA



Mezcla 30 mL (1 oz) de vodka con 2 tazas (473 mL) de agua y añade un chorrito de jabón para platos. Rocía esta mezcla sobre la maleza y verás cómo se secarán.

A MANO

Arranca las malas hierbas cuando las veas. Pueden ser una molestia, pero será más fácil arrancarlas del suelo si sólo hay una por aquí o por allá, en vez de mojar todo tu césped con químicos o remedios caseros.
El mejor tiempo para desmalezar es después de que llueve.

AGUA CALIENTE

Poner a hervir una olla de agua. Con mucho cuidado regar esta agua hirviendo en la zona de maleza, lejos de nuestras plantas. En nuestro caso sobre la gravilla.

RIEGO

Las plantas según su especie demanda una frecuencia diferente de riego. Nosotros tenemos estas plantas:

Duranta aurea. Riego diario en verano sin exceso
Duranta limón: Ahora que apenas se sembró regar diario en verano, sin exceso
Duranta Gold: Es la misma limón: Planta de sol. Riego 3 veces por semana. Maceta 15 cm diámetro. Fertilización una vez al mes. 
Pino libro: Día de por medio. Regar solo el suelo, no su follaje.
Palma areca: Dos tres veces por semana.





sábado, 25 de julio de 2015

TEORIA DE LAS VENTANAS ROTAS 2

¿Han oído hablar alguna vez de la teoría de las ventanas rotas? Es una teoría sobre el contagio de las conductas inmorales o incívicas. Tiene su origen en un experimento que llevó a cabo un psicólogo de la Universidad de Stanford, Philip Zimbardo, en 1969. Abandonó un coche en las descuidadas calles del Bronx de Nueva York, con las placas de matrícula arrancadas y las puertas abiertas. Su objetivo era ver qué ocurría.

Y ocurrió algo. A los 10 minutos, empezaron a robar sus componentes. A los tres días no quedaba nada de valor. Luego empezaron a destrozarlo.

El experimento tenía una segunda parte: abandonó otro coche, en parecidas condiciones, en un barrio rico de Palo Alto, California. No pasó nada. Durante una semana, el coche siguió intacto. Entonces, Zimbardo dio un paso más, y machacó algunas partes de la carrocería con un martillo. Debió de ser la señal que los honrados ciudadanos de Palo Alto esperaban, porque al cabo de pocas horas el coche estaba tan destrozado como el del Bronx.

Este experimento es el que dio lugar a la teoría de las ventanas rotas, elaborada por James Wilson y George Kelling: si en un edificio aparece una ventana rota, y no se arregla pronto, inmediatamente el resto de ventanas acaban siendo destrozadas por los vándalos. ¿Por qué? Porque es divertido romper cristales, desde luego. Pero, sobre todo, porque la ventana rota envía un mensaje: aquí no hay nadie que cuide de esto.

Nuestros ayuntamientos conocen bien esta teoría. Cuando aparece un grafito en una pared, si no se borra pronto, toda la pared -y las de las casas próximas- aparece llena de pintadas. De ahí la importancia de mantener siempre la ciudad limpia, las calles en orden, los jardines en buen estado... También la policía lo sabe, y por eso considera importante atajar no sólo los grandes crímenes, sino también las pequeñas transgresiones.

El mensaje es claro: una vez que se empiezan a desobedecer las normas que mantienen el orden en una comunidad, tanto el orden como la comunidad empiezan a deteriorarse, a menudo a una velocidad sorprendente. Las conductas incivilizadas se contagian.

Y las personas civilizadas se retraen. Wilson y Kelling lo explicaban así: "Muchos ciudadanos pensarán que el crimen, sobre todo el crimen violento, se multiplica, y consiguientemente modificarán su conducta. Usarán las calles con menos frecuencia y, cuando lo hagan, se mantendrán alejados de los otros, moviéndose rápidamente, sin mirarles ni hablarles. No querrán implicarse con ellos. Para algunos, esa atomización creciente no será relevante, pero lo será para otros, que obtienen satisfacciones de esa relación con los demás. Para ellos, el barrio dejará de existir, excepto en lo que se refiere a algunos amigos fiables con los que estarán dispuestos a reunirse".

Y esto vale no sólo para el orden público, sino para otras muchas facetas de la vida social. Si en una empresa se descuidan algunas normas éticas, el ambiente se deteriora. Si se falsea la contabilidad para pagar menos impuestos, mentir a los empleados es más fácil -y también a los directivos, y a los propietarios-. Si lo que cuenta es la rentabilidad a corto plazo, se descuidan las normas de seguridad e higiene en el trabajo y las de seguridad del producto o del servicio, se trata a las personas con menos respeto, el cliente es cada vez más un objeto y no una persona cuyas necesidades hay que satisfacer...

En estos casos, ni la policía ni los servicios de limpieza del Ayuntamiento pueden hacer nada, como ocurría en el caso del coche abandonado, de los grafitos o de la suciedad en las calles. La solución corresponde a los ciudadanos mismos, sin machacar el coche abandonado y contribuyendo a mantener la ciudad limpia. Y recuperando las conductas cívicas y morales en la familia, en la empresa, en el club deportivo, en la ciudad, en los medios de comunicación, etcétera.

El filósofo Kant dio hace muchos años una regla muy útil: actúa siempre de modo que tu conducta pueda ser considerada una regla universal. ¿Te gustaría que todos rompiesen los coches, pintasen las paredes, mintiesen, robasen o defraudasen? ¿No? Entonces esas conductas no deben ser llevadas a cabo, aunque sean muy agradables -ya hemos dicho que romper cristales es un placer, aunque algo salvaje- y muy beneficiosas para uno mismo.

Entre otras razones porque adoptar esas conductas nos empeora a nosotros mismos como personas, como ya dijo otro filósofo, Aristóteles, hace aún más años. Si no quieres ser mentiroso, no digas la primera mentira, porque... la próxima vez será más fácil.

James Wilson y George Kelling

RESTAURACIÓN DEL JARDÍN

Luego de una larga temporada de verano el jardín del edificio requirió atención especial. Por esto se contrató con una empresa especializada en jardinería para renovarlo y darle una nueva cara.




Se le aplicó tierra abonada para plantar más de cincuenta matas de duranta. Se podaron tanto la palma areca como el pino libro. Se retiraron varias plantas existentes y se restauró el piso con triturado. Igualmente se lavaron y reinstalaron las piedras cristal.

Al frente del trabajo siempre estuvo Gladys Galeano, habitante del edificio a la que le agradecemos su gran interés y colaboración.

Nota: Siempre recuerdo la teoría de las ventanas rotas cuando trabajamos en el enlucimiento del edificio. Es que una propiedad abandonada o sucia no solo es inconveniente por el solo hecho de verse fea, el principal riesgo es que atraiga a personas indeseables, por esto publico en la siguiente entrada la teoría de las ventanas rotas.

Esperamos que los habitantes se apropien de esta zona, cuidándola y sobre todo disfrutándola.