domingo, 31 de julio de 2011

LA TEORÍA DE LAS VENTANAS ROTAS

Muy interesante este correo que nos llegó a través de Facebook. Se aplica totalmente al estado y mantenimiento de nuestras propiedades y a la responsabilidad que todos tenemos para cuidarlas. La parte importante es la relación comprobada que hay entre nuestro entorno y la seguridad, recomendada su lectura.

En 1969, en la Universidad de Stanford (EEUU), el Prof. Phillip Zimbardo realizó un experimento de psicología social. Dejó 2 autos abandonados en la calle. Eran 2 autos idénticos: la misma marca, modelo y hasta igual color. Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos abandonados en dos barrios con poblaciones muy diferentes y con un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada uno de estos sitios.

Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser "canibalizado”. En pocas horas perdió las llantas, el motor, los espejos, la radio, etc. Todo lo aprovechable se lo llevaron, y lo que no, lo destruyeron. En cambio el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto...

Es muy común atribuir a la pobreza las causas del delito. Es esta atribución en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras (las de derecha y de izquierda). Sin embargo, el experimento en cuestión no finalizó ahí. Cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto ya llevaba una semana impecable, los investigadores rompieron un vidrio del automóvil de Palo Alto...

El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado en que quedó el del barrio pobre. ¿Por qué el vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario supuestamente seguro era capaz de generar todo un proceso delictivo?

Aquí no se trataba de pobreza. Evidentemente, era algo que tenía que ver con la psicología humana y con las relaciones sociales.

Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como que vale todo.. Cada nuevo ataque que sufría el auto sin que alguien se preocupara del mismo, reafirmaba y multiplicaba esa idea, hasta que la escalada de actos, cada vez peores, se
volvía incontenible, desembocando en una violencia irracional.

En experimentos posteriores, los profesores James Q. Wilson y George Kelling desarrollaron la "Teoría de las Ventanas Rotas", la misma que desde un punto de vista criminológico, concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.

Si se rompe el vidrio de una ventana en un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás vidrios del edificio. Si una comunidad exhibe signos de deterioro y esto no parece importarle a nadie, entonces allí se generará el delito.

Si se cometen "pequeñas faltas" (estacionarse en un lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja) y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego, delitos cada vez más graves. Si se permiten actitudes violentas como algo normal en el desarrollo de los niños, el patrón de desarrollo será de cada vez mayor violencia y cuando estos niños sean adultos; ya que de niños "aprendieron" que esa actitud era "normal" y/o "correcta"; entonces actuarán de manera delictiva, pero teniendo la certeza de que esos actos NO SON ILEGALES.

Si los parques y otros espacios públicos deteriorados son progresivamente abandonados por la mayoría de la gente (que, muchas veces, deja de salir de sus casas por temor a las pandillas), esos mismos espacios abandonados por la gente son progresivamente ocupados por los delincuentes.

La Teoría de las Ventanas Rotas fue aplicada por primera vez a mediados de la década de los ´80 en el Metro de Nueva York, el cual se había convertido en el punto más peligroso de la ciudad. Se comenzó por combatir las pequeñas transgresiones: graffitis que deterioraban el lugar, suciedad en las estaciones, ebriedad entre el público, evasiones del pago del pasaje, pequeños robos y desórdenes. Los resultados fueron evidentes. Comenzando por lo pequeño se logró hacer del Metro un lugar seguro... Es decir, si se combate un delito pequeño se evita el desarrollo de un delito mayor...

Posteriormente, en 1994, Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva York, basado en la Teoría de las Ventanas Rotas y en la experiencia del Metro, impulsó una política de "'tolerancia cero". Es decir, combatir a fondo aún los delitos considerados menores...

La estrategia consistía en crear comunidades limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de convivencia urbana.

El resultado práctico fue un enorme abatimiento de TODOS los índices criminales de la ciudad de Nueva York.

La expresión "tolerancia cero" suena a una especie de solución autoritaria y represiva, pero su concepto principal es más bien el de la prevención y promoción de condiciones sociales de seguridad. No se trata de linchar al delincuente, ni de incentivar la prepotencia de la policía, de hecho, respecto de los abusos de autoridad debe también aplicarse la "tolerancia cero".

De lo que se trata NO es aplicar "tolerancia cero" frente a la persona que comete el delito, sino aplicar "tolerancia cero" frente al delito mismo. Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de RESPETAR los códigos básicos de la convivencia social humana.

Igualmente, te deseo que seas tolerante, no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil,

sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia,

sirvas de ejemplo a otros.

2 comentarios:

el drummondvillano dijo...

Interesante la teoria aunque creo que estan mezclando cosas distintas.
El automovil en la calle hace parte del espacio urbano. El espacio urbano lo provee el estado y la sociedad interactua con el. La comunidad pobre se siente siempre abandonada por el estado.Las obras de infraestructura son siempre mas precarias y genralmente de baja calidad. El deterioro es muy rapido y en general la gente no lo valora. Lo considera una migaja del estado, por eso acelera su destruccion. Ud dira que los ultimos alcaldes en medellin han hecho bibliotecas suntuosas y ahora piensan hacer hasta unas escaleras electricas en un barrio que fué de invasion. Todo esto al parecer requiere mucha vigilancia, muchos turnos de celaduria. En teoria la comunidad las deberia valorar y autocuidar. Segun el ejemplo del carro estacionado en el Bronx, si no existiera la vigilancia terminarian arrasadas.
Dicen que el carro en el barrio rico con el vidrio quebrado tambien termina mal. En el momento en que rompen el vidrio el vehiculo pasa a ser de nadie. Se acaba la propiedad privada. Pasa a ser de todos, como el espacio publico. Y como el espacio publico no es de nadie porque el estado asi no lo ha hecho saber con sus administraciones, ese carro termina en los rines.
Yo vivi en un barrio que fue de clase alta pero cuando lo habité ya era mas de clase media (conquistadores) Alla llegaron unos juegos infantiles de madera inmunizada pomposamente inaugurados por la administracion municipal. lentamente fueron desapareciendo. Los habitantes del barrio culpaban a los habitantes de la calle que pasaban por ahi todas las tardes rumbo a sus moradas al lado del rio. Lo unico cierto es que tal vez los habitantes de la calle se surtieron de esa madera para sus ranchos, pero nosotros nunca sentimos que los parques nos pertenecian, indolencia por lo que pasaba, igual no era de nadie. Creo que el asunto es mas complejo y mas de fondo. Tenemos un enorme desapego por lo publico, un atraso grande en organizacion comunitaria. Es ahi en lo que hay que trabajar en las escuelas, para ver si nosotros los loros viejos aprendemos del ejemplo de los jovenes.
saludos

Edificio Almendros de Santa Isabel dijo...

Complejo el asunto, lo cierto es que hasta en países que pensábamos tenían más cultura ciudadana todo eso se viene abajo, No más hay que ver lo que ahora vive Londres, muchachos saqueando tiendas, lo mismo vimos en Chile luego del terremoto y en Nueva York el día del apagón. El sentido de pertenencia de los amueblamientos urbanos es cosa del pasado. Pienso que una casa ruinosa y con los vidrios rotos da la impresión de estar deshabitada, igual un automóvil así parecerá que fue botado. La famosa frase "La oportunidad hace al ladrón", parece ser universal: De acuerdo, definitivamente el remedio para esto y muchos otros males siempre recaerá en la educación.
Saludos.