domingo, 27 de junio de 2010

ENCUENTRO POR LA CONVIVENCIA

POR LA SEGURIDAD Y LA CONVIVENCIA




El 26 de junio de 2010 en la noche nos reunimos en la plazoleta principal 11 de los 16 propietarios y convivientes del edificio para tratar asuntos de seguridad y convivencia.

La reunión se centró en el problema principal que ahora tiene la copropiedad, el ruido.

La contaminación auditiva es sin duda uno de los problemas de convivencia en propiedad horizontal más comunes y en muchos casos de los más difíciles de manejar. No obstante, usted tiene derechos a los que puede apelar cuando su tranquilidad esta siento perturbada por el ruido excesivo de un vecino. Veamos:

De ser posible, es recomendable que usted haga la solicitud a su vecino de reducir el ruido que está produciendo por medio de un vigilante. Si usted no cuenta con un intermediario, usted puede acercarse a su vecino personalmente y explicarle su inconformidad. Si la situación no mejora, no se preocupe, la ley lo ampara, Las normas indican que se debe favorecer la tranquilidad, acatar las disposiciones ambientales en relación a niveles de contaminación auditiva y visuales y por lo tanto usted está en plena facultad para exigir sus derechos.

¿Esto quiere decir que puedo llamar a la policía?

Sí luego de la intermediación verbal, existe cabida a la intervención y la aplicación de métodos correctivos por parte de la policía. El Código de policía señala que este tipo de acciones no solo son nocivas para la salud sino que perturban la convivencia y por lo tanto determina que se deben respetar los niveles admisibles de ruido, tomando las medidas necesarias con el fin de evitar la filtración de cualquier ruido o sonido.


La policía me colaboró una vez, pero mi vecino sigue con el mismo comportamiento

Cómo parte de sus derechos como residente de propiedad horizontal usted puede exigir se celebre una asamblea con el comité de convivencia de su edificio o conjunto cerrado. En ella, usted y su vecino serán acompañados por los miembros de comité quienes deben asegurarse que el resultado de la reunión sea un mutuo acuerdo de beneficio para ambas partes. Si luego de haber atravesado este proceso, usted está en su derecho de entablar una querella policiva e incluso puede considerar la instauración una acción de tutela por violación de derechos fundamentales.

Para documentarse, le recomendamos tener en cuenta el artículo 79 de la Constitución Nacional, la Ley 99 de 1993, y el Código de policía.


LOS NOCIVOS EFECTOS DEL RUIDO

El ruido es un grave problema de salud pública por los efectos de tipo psicológico y fisiológico sobre las personas, como: hipertensión, enfermedades cardiacas, cefalea, sordera, perturbación del sueño y el descanso, estrés, fatiga, neurosis y depresión.
Afecta el rendimiento académico y laboral, los sistemas circulatorio y digestivo; trastorna el sistema neurosensorial, produce disfunciones sexuales, afecta el nivel de concentración, lectura, memoria y atención; produce comportamientos agresivos. Súmense los efectos económicos: aleja el turismo, desvaloriza el precio de las viviendas y afecta el modelo de ciudades compactas.

El artículo 79 de la Constitución dice que “todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano”. Pero eso poco les importa a los ruidosos con sus equipos de sonido a todo volumen, en residencias, almacenes, tiendas y expendios de licor, restaurantes, bares y discotecas sin aislamiento acústico, carros y motos sin silenciador, perifoneo en los barrios, parlantes de las iglesias, carros-discotecas como fantasmas por toda la ciudad.

Qué tal esas fiestas del vecino de toda la noche, algunas adornadas con pólvora; el estruendo de pitos y cornetas en los trancones, como si eso solucionara el problema; las alarmas de los carros que no solo sirven para evitar el robo, pero sí para acabar con el sueño de todos cuando se disparan y sólo se apagan cuando se acaba la batería del vehículo; los taxistas y conductores de buses con sus equipos desesperantes y en los salones sociales de los conjuntos residenciales, las fiestas ruidosas de todos los fines de semana, porque no hay quién haga cumplir el reglamento de propiedad horizontal.

La nueva ley contempla al ruido como factor perturbador de orden público, con las implicaciones correspondientes. Será el Ministerio de Ambiente la entidad encargada de manejar, evaluar y proponer las políticas para el control del ruido, que no serían tan necesarias con un poco de cultura ciudadana.

La reunión terminó a las 9:30 P.M. en medio de gran camaradería y todos quedamos satisfechos con las conclusiones finales, esperando que en corto plazo se vean los efectos positivos que le devuelvan a nuestro edificio la paz, seguridad y tranquilidad que todos deseamos.
Gracias a todos por su asistencia y participación.

Nos volvemos a ver el próximo sábado 3 de julio a las 7 P.M.

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